En Bélgica, el uso de faxes tradicionales está en declive debido a la creciente disponibilidad de alternativas digitales. Esta tendencia refleja un cambio más amplio en Europa, donde muchos países están abandonando los faxes analógicos en favor de plataformas en línea seguras para el intercambio de documentos. Por ejemplo, sectores como el de salud y el gubernamental, que tradicionalmente dependían de los faxes para una transmisión segura de información, están adoptando servicios de fax en línea para cumplir con las regulaciones de privacidad y mejorar la eficiencia. Esta transición forma parte de un movimiento europeo hacia la modernización de la infraestructura de comunicaciones, similar a las regulaciones recientes en el Reino Unido que han reducido la obligación de proporcionar servicios de fax tradicionales.
Sin embargo, Bélgica, al igual que otros países, no ha abandonado completamente el fax, especialmente en sectores con requisitos de seguridad estrictos, como las finanzas y el derecho. En estos campos, las soluciones de fax digital se están convirtiendo en una opción popular. Estas soluciones permiten transmitir documentos de forma segura a través de Internet con cifrado avanzado, combinando la fiabilidad del fax con los protocolos de seguridad modernos. Este enfoque híbrido ofrece a las empresas belgas una forma eficaz de asegurar la transferencia de documentos confidenciales sin la infraestructura de los faxes tradicionales.